Altea en familia: qué hacer y dónde alojarte en una villa espaciosa junto al mar

Si estás planificando unas vacaciones con niños en la Costa Blanca, queremos contarte por qué Altea es una de las mejores opciones para disfrutar en familia. Esta localidad alicantina combina la tranquilidad del Mediterráneo con actividades para todas las edades, una oferta gastronómica excelente y un entorno que invita al descanso.


Pero, sobre todo, Altea ofrece algo que pocas zonas pueden igualar: la posibilidad de alojarse en una villa amplia y privada, con piscina y vistas al mar, perfecta para familias que desean libertad, comodidad y privacidad durante su estancia.

¿Por qué elegir Altea para unas vacaciones en familia?

A veces buscamos destinos que encajen con todos los miembros de la familia: que tengan buenas playas, actividades para los más pequeños, rincones para desconectar y alojamientos que nos hagan sentir como en casa. Altea cumple con todo eso, y más.

 

Su famoso casco antiguo con casas blancas y calles empedradas ofrece un entorno seguro y precioso para pasear. Sus playas, de aguas cristalinas, son tranquilas y familiares. Además, hay muchos planes posibles tanto al aire libre como culturales, lo que hace que sea un lugar perfecto para combinar descanso y aventura.

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Qué hacer en Altea con niños: planes para disfrutar en familia

Cuando viajamos en familia, buscamos algo más que sol y playa. Necesitamos experiencias, rincones con encanto, espacios seguros y planes que nos permitan disfrutar todos juntos. Por eso, aquí te proponemos algunas actividades que no pueden faltar en tu escapada a Altea.

Disfrutar de las playas familiares de Altea

Las playas de Altea se caracterizan por su tranquilidad y belleza natural. La Playa de la Roda, justo al lado del casco urbano, es ideal para ir con niños. Sus aguas son claras y poco profundas, y además cuenta con acceso fácil y servicios cercanos.

 

Otra excelente opción es la Playa de Cap Blanch, más amplia y menos concurrida, perfecta para llevar juguetes, sombrillas y disfrutar de largos baños en familia. Están muy bien ubicadas y muchas de las villas de alquiler en Altea se encuentran a pocos minutos en coche o incluso a pie.

Pasear por el casco antiguo de Altea y descubrir su esencia

El casco antiguo de Altea es una joya para explorar en familia. Sus calles serpenteantes, sus tiendas de artesanía y los miradores con vistas al Mediterráneo crean un ambiente que encanta tanto a adultos como a niños. Subir hasta la iglesia de Nuestra Señora del Consuelo es casi una tradición: desde allí se disfruta de una panorámica inolvidable.

Este paseo puede ser una bonita actividad de tarde, con parada para tomar un helado o cenar en alguna de las terrazas con encanto que encontrarás por el camino.

Actividades acuáticas en Altea y paseos en barco

Altea es un lugar privilegiado para disfrutar del mar también de forma activa. Desde su puerto deportivo parten excursiones familiares en kayak, paddle surf e incluso barcos con visión submarina.

Estas actividades son ideales para disfrutar de un día diferente, rodeados de naturaleza y aprendiendo juntos. Además, hay empresas locales que ofrecen salidas adaptadas a familias con niños, con todos los equipos incluidos.

 

Naturaleza y rutas sencillas cerca de Altea

Muy cerca de Altea se encuentran entornos naturales como el río Algar, donde se puede hacer senderismo suave entre vegetación frondosa, cruzando puentes y descubriendo rincones de agua fresca. También es posible visitar las Fuentes del Algar o realizar rutas fáciles en bicicleta.

Sin duda, una manera de desconectar de la rutina y reconectar en familia.

Alquiler de villas con piscina privada en Altea: la mejor opción para familias

Ahora que ya sabes todo lo que puedes hacer en Altea con tus hijos, hablemos del alojamiento. Porque la diferencia entre unas vacaciones buenas y unas inolvidables, muchas veces está en dónde decidimos dormir, descansar y convivir.

 

Alojarse en una villa no es solo una elección de confort, es una elección de libertad. Una villa de alquiler en Altea con piscina privada nos permite disfrutar de horarios flexibles, cocinar si queremos, tener espacio para todos y, lo más importante, estar en un entorno privado y seguro.

Consejos prácticos para disfrutar aún más de tus vacaciones en Altea

Para cerrar este recorrido, queremos darte algunos consejos útiles si decides pasar tus vacaciones en familia en Altea:

Reserva con antelación tu villa en Altea con piscina privada, especialmente en verano.

Si vas con bebés o niños pequeños, pregunta por equipamiento extra como cuna, trona o barreras para escaleras.

Lleva calzado cómodo para explorar el casco antiguo.

Consulta la agenda cultural del Ayuntamiento de Altea: hay actividades para niños durante todo el año.

Aprovecha la cocina de tu villa para preparar cenas familiares después de un día de playa.

Altea y las villas familiares: una combinación ganadora

En definitiva, Altea es un destino que tiene todo para ofrecer unas vacaciones memorables: tranquilidad, belleza, cultura, buena gastronomía y actividades familiares. Y si a eso le sumamos el confort de alojarnos en una villa espaciosa con piscina privada en Altea, tenemos el equilibrio perfecto entre descanso, diversión y bienestar.

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